La Colegiata de Belmonte
De factura gótica, en su interior se funden, armoniosamente, diferentes estilos artísticos, sorprendiendo, por inesperadas, las obras que alberga y que adornan sus blancos y magnánimos muros de caliza. Datan desde el siglo XV hasta el siglo XVIII, momento en el que finaliza su construcción tal y como la conocemos. Son impresionantes sus rejas platerescas, del maestro Hernando de Arenas, así como los retablos de sus 13 capillas, construidas en el siglo XVI. Destacan, así mismo, los retablos pictóricos de la Inmaculada, plateresco, fechado en 1522 y la Santísima Trinidad, obra de Bartolomé Matarana realizado en 1.595 y que asombra no sólo por la maestría del pincel del autor si no por la emotividad que desprende. Una obra poco ortodoxa por la humanidad con la que se representan a Dios y a Cristo y que sobrecoge a quien se detenga a admirarla.
Opiniones y experiencias.
“Vale la pena”
Visita agradable , el premio señor que vende la entrada (JUAN Carlos) te acompaña y explica amablemente la historia de la colegiata , la pila bautismal etc . El órgano impresiona . Muy agradable la visita
inmaburguera1
“Pequeña catedral”
Una de las mejores muestras de cómo se debe montar una exposición permanente autoexplicativa con células luminosas que te permiten ver con detalle lo más importante de la colegiata. ¡Enhorabuena!
Francisco A
“Impresionante para un pueblo tan pequeño”
Extraña que una población con poco más de 2000 habitantes, tenga una Colegiata se estas características. Si se viaja a Belmonte no se debe dejar de visitar.
Eduardo B